Acontece un fenómeno a nivel mundial, que es el alto porcentaje de personas mayores existentes en la población. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), entre el periodo 2000 y 2050, la proporción de los habitantes del planeta mayores de 65 años se duplicará, pasando del 11% al 22%. En números absolutos, este grupo de edad pasará de 605 millones a 2000 millones en el transcurso de medio siglo.
Este suceso de envejecimiento de la población es uno de los fenómenos de mayor impacto del siglo y se trata de un proceso que se da a nivel mundial, siendo Argentina uno de los países con más alta tasa de envejecimiento de Latinoamérica.
Esto constituye una transformación social que debe ser atendida, y precisamente llevó a la OMS a elegir el tema de "Envejecimiento activo" para una de sus últimas celebraciones del Día Mundial de la Salud.
Ahora, ¿en qué afecta estos cambios demográficos en el área de las Ciencias de Computación y Redes de Computadoras?. Esta población de adultos mayores, ¿son considerados en nuestros desarrollos como potenciales usuarios?. Los productos de software específicamente las aplicaciones Web, cuya funcionalidad, servicios y beneficios van en aumento a la par de la complejidad de uso de las mismas, ¿están preparadas para ser utilizadas por personas de edad avanzada?. El desarrollo Web, ¿evoluciona y se adapta acorde a los cambios sociales que se producen en la comunidad?
En este sentido, se llevó a cabo esta tesina, con el objeto de realizar una investigación sobre la interacción del adulto mayor con los productos de software actuales, teniendo en cuenta aspectos de usabilidad y accesibilidad Web. Los estudios tuvieron su sustento en base a cuatro (4) años de trabajo experimental, de investigación y de campo etnográfico, donde se estudió la interacción con Facebook, Twitter, Google Drive y Google DOCs por parte de 168 (ciento sesenta y ocho) personas mayores de 68 (sesenta y ocho) años. Estas personas, que fueron convocadas para este proceso de investigación, pertenecen a PAMI (Instituto Nacional de Servicios Sociales para Jubilados y Pensionados).
Por un lado, se analizó al adulto mayor como usuario de aplicaciones Web, detectando sus cuestiones de performance, dificultades, tiempos, hábitos, miedos, rechazos, expectativas en la interacción con estas herramientas tecnológicas, principalmente en el uso de sus funcionalidades de compartición, colaboración y comunicación.
Por el otro lado, se evaluaron las aplicaciones mismas, desde sus aspectos de diseño y de interacción, analizando sus capacidades de adaptación y adecuación frente a usuarios tan heterogéneos, y testeándolas frente a pautas y recomendaciones internacionales de usabilidad y accesibilidad web. A su vez, se incluyó en este análisis, la puesta a prueba del mismo proceso de evaluación efectuado, examinando, y si es necesario adaptando, las normativas y los métodos de evaluación empleados, acorde al grupo etario con el que se estuvo trabajando.
Esta investigación no sólo pretende conocer más al usuario adulto mayor y todo lo concerniente a la especificidad de su interacción persona-ordenador (HCI), sino que además permite construir un marco de conocimiento integral, una fuente de información fundamental a la hora de encarar el análisis, diseño y testing de los próximos desarrollos de software con características colaborativas y Web. A partir del cual, el desarrollador Web deberá considerar este perfil del adulto mayor como potencial usuario dentro de la comunidad destinataria del sitio, tratar e internalizar su abordaje en forma adecuada durante todo el proceso de ingeniería Web, logrando minimizar la brecha digital, favorecer a la democratización del acceso a las tecnologías de información y comunicación (TICs), y responder a las demandas y cambios de una sociedad donde se evidencia una población de personas mayores que se incrementa y que debe ser incluida digitalmente.
En esta investigación se realizó una revisión del estado del arte de una Red de Sensores Inalámbricos basada en el estándar IEEE 802.15.4 y su operación a través de la tecnología Zigbee, así como también el estudio de las comunicaciones M2M mediante los protocolos de publicación/suscripción MQTT-SN y CoAP. Proponiendo la construcción de un escenario de pruebas para la implementación de estos protocolos, con el fin de realizar un análisis de rendimiento en su operación con la WSN mediante la medición de consumo de ancho de banda, tasa de entrega y pérdida de publicaciones dentro de la red. Finalmente, se expone los resultados obtenidos a través del análisis de cada protocolo mediante gráficos con sus correspondientes discusiones y conclusiones principales del trabajo.
El auge de la teleinformática en sus formas más conocidas: la informática y las telecomunicaciones, impusieron el tráfico y circulación veloz de documentos notariales, civiles, comerciales y de cualquier otra naturaleza, sumado a ello, el cambio de hábitos laborales que imponen el trabajo domiciliario en varios días de la semana. La evolución tecnológica de los últimos años en el campo electrónico y digital, ha transformado la industria, el comercio, el sector servicios y doméstico, dando existencia cada vez más a una demanda mayor de las transacciones ante la necesidad de interactuar por intermedio de redes de computadoras. El término “firma digital” nace de una oferta tecnológica para acercar la firma manuscrita (ológrafa) a lo que se llama el trabajo en redes o ciberespacio que garantiza los trámites hechos en Internet. Este concepto de firma digital fue introducido por Diffie y Hellman en 1976 básicamente como una aplicación tecnológica de la criptografía asimétrica planteada como un conjunto de datos asociados a un mensaje que permite asegurar la identidad del firmante y la integridad del mensaje. La criptografía de clave pública ha sido ampliamente reconocida como una tecnología fundamental sobre la cual pueden construirse varios servicios básicos de seguridad, dado así, en 1988 comenzando conjuntamente con el estándar x.500 se adopta por parte las industrias el estándar x.509 que consiste en la aplicación de los conceptos anteriores implementados con el nombre de infraestructura de clave pública (PKI, Public Key Infrastructure), donde la objeción principal encuentra asidero respaldatorio en entidades/empresas certificadoras privadas y/o organismos públicos licenciados y respaldados por la ley 25.506 y normas complementarias [73] que impiden el delito de falsificación de los certificados digitales. Así la misma, queda equiparada a la firma de puño y letra. Los principales esfuerzos de los últimos años se han concentrado en el problema de asignar de forma segura nombres a claves, de hecho, la comunidad científica ha ido progresivamente adoptando el uso de sistemas basados en la arquitectura de certificados digitales con el fin de proporcionar servicios de seguridad a los sistemas distribuidos, los cuales dependen de la existencia de un método centralizado y jerárquico para converger en la seguridad y fiabilidad en cuanto a gestión de claves públicas. Toda esta misma problemática se traspola a la gestión del comercio electrónico confiable y seguro, donde en el modelo inicial se requería de una tercera entidad (un banco) la cual debía emitir divisa electrónica a los diferentes usuarios. A principios del año 2009, Satoshi Nakamoto crea Bitcoin: una tecnología peer-to-peer para operar sin una autoridad central o bancos; la gestión de las transacciones y la emisión de moneda electrónica es llevada a cabo de forma colectiva por la red. Este modelo innovador combina varios conceptos desarrollados por las propuestas iniciales de la arquitectura de funcionamiento del dinero electrónico, para lograr un sistema completamente descentralizado. A diferencia de la mayoría de las monedas, el funcionamiento de Bitcoin no depende de una institución central, sino de una base de datos distribuida y sincronizada llamada blockchain donde las transacciones se identifican y ordenan secuencialmente e impidiendo su modificación. El software ideado por Nakamoto emplea la criptografía asimétrica para proveer funciones de seguridad básicas, tales como la garantía de que los bitcoins solo puedan ser gastados por su dueño, y nunca más de una vez. El objetivo de esta tesis es llevar a cabo y aplicar a la arquitectura de certificados digitales o infraestructura de clave pública lo que allá en el 2009 logró exitosamente Satoshi Nakamoto, un rediseño, reingeniería y cambio de paradigma en el comercio electrónico, de una arquitectura centralizada y jerárquica a una completamente descentralizada por medio de su innovación tecnológica llamada blockchain o cadena de bloques.